Cerro San Martín – Enero de 2023

Cerro San Martín – Enero de 2023

Primera salida de la temporada porque diversas incomodidades de salud me tienen acobardado en casa. Me lograron convencer para caminar un poco en un lugar tranquilo y cercano. El clima fue interesante y variado. Tuvimos lluvia, viento, nublado y Sol que quemaba. Todo en dos horas. De todas maneras fue un buen despeje de la cabeza.

Caballetes para mecánica

Caballetes para mecánica

Necesitaba unos soportes para el auto y quería tener algo que se pudiera ajustar con más precisión que los comerciales. Hay dos formas: con una barra ranurada o un caño con agujeros. En ambos sistemas a veces hay que subir más o dejar bajar el auto para que ajuste. Con un tornillo se puede llevar la altura con más exactitud pero con riesgo de que las roscas no aguanten.

Ahí entran las roscas cuadradas que soportan más esfuerzos. Son las que se usan en prensas, morsas y criques. Compré una varilla roscada de 7/8 de pulgada que entra en un caño de acero de una pulgada.

La idea es que la carga va sobre el tornillo que lo transfiere a una tuerca redonda y ésta apoya sobre el caño. Le agregué un segmento de caño más grueso a modo de refuerzo, para que la superficie de apoyo sea mayor.


Las patas las hice con perfil ángulo de 20 mm. La carga se reparte entre el caño y las cuatro patas.

Acá ya estaba terminado pero temí que las patas se doblaran por algún esfuerzo así que les agregué unos refuerzos.

Las chapas son de 1 mm de espesor y servirán para evitar que las patas se doblen hacia afuera.

Las pinté de naranja para que fueran bien visibles y con las partes de contacto en negro que suele resistir mejor.

Los soportes tienen una altura mínima de 28 cm y una máxima de 38 cm aunque podrían llegar a los 45 cm con algo liviano y no deba estar debajo. Como los sargentos que hice hace un par de años, espero usarlos bastante.

Cordón del Ventana – Mayo de 2022

Cordón del Ventana – Mayo de 2022

Si bien la anterior salida era digna de ser considerada como cierre de temporada, decidimos aprovechar que el buen clima continuaba para hacer una travesía fuera de los circuitos tradicionales. Se trata del Cordón del Ventana, el filo que une los cerros Ventana, Meta, Pontoneros y Confluencia. En nuestro caso lo haríamos al revés, saliendo desde el arroyo Torrontegui y terminando en el cerro Ventana.


Llegando al filo nos encontramos con nieve que había caído la semana anterior. No era profunda pero sí estaba blanda por lo que tuvimos que hacer algunos rodeos para evitar pasos en falso. Como sabíamos que teníamos pocas horas de luz, evitamos las cumbres de los cerros para reducir los desniveles.




La tarde cayó mientras subíamos al Ventana así que hicimos todo el descenso de noche. Esto nos retrasó mucho porque encontrar las huellas se hizo dificultoso por momentos y además había que extremar las precauciones porque un mal paso podía terminar en un golpe o torcedura. De todas maneras llevábamos varias linternas, buen abrigo y contábamos con ánimo positivo, fundamental en estos casos.

Ahora sí creo que fue la última salida de la temporada viendo que ya llega un invierno con tormentas de lluvia, viento y nieve. Me guardo unos meses para la introspección y procesar algunas panorámicas pendientes.

Capitán Diego Flores de León – Abril de 2022

Capitán Diego Flores de León – Abril de 2022

En Semana Santa tuvimos unos días de excepcional clima de otoño. Despejado, sin viento y temperaturas agradables. Sumado a que estábamos en lo mejor del cambio de color de los árboles, había que aprovechar la oportunidad para un ascenso que tenía pendiente desde hacía tiempo.

En 2010 hice una panorámica del Tronador desde el cerro Flores de León, la cual terminó siendo una gigantografía que expuse ese mismo año. Tiempo después, con la foto en la pared de mi casa, noté que haber tomado las fotos en el mes de Enero provocaba dos cosas: la vegetación era demasiado uniforme y prácticamente no se notaba el dramatismo del relieve del Tronador. Imaginé que lograría algo mejor en otoño y esperé a la combinación correcta de vegetación colorida, buen clima y, de ser posible, alguna nevada temprana.

Esto ocurrió en 2020 pero la cuarentena estricta por la pandemia de COVID-19 nos mantuvo lejos de las montañas. Vi pasar uno de los otoños más fotogénicos en años sin poder salir de mi casa. El año siguiente, el otoño fue tormentoso y sin ninguna oportunidad.

Este año parecía que se iba a repetir el mal otoño considerando los meses de sequía previos, que hace que las hojas de los árboles pasen directamente de verde a marrón. Pero, afortunadamente para la vegetación, durante Febrero tuvimos varias tormentas de lluvias que aliviaron el estrés hídrico y así pudimos tener un otoño más tranquilo y estético. Y fue por esto que cuando tuvimos unos días perfectos, quise cumplir con la idea de la panorámica del Tronador en otoño.