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Mes: noviembre 2010

Cumbre del cerro Challhuaco

Cumbre del cerro Challhuaco

Uno de los objetivos que tenía para el lente ojo de pez era el de poder formar panorámicas 360×180º, es decir esféricas. Estos panoramas con el plugin apropiado permiten la experiencia virtual de estar ahí, ya que incluyen cielo y suelo. En el verano hice distintos intentos (uno en medio de la estepa, dos en Laguna negra y otro en el jardín de mi casa) y siguiendo el axioma «toda oportunidad fotográfica perdida generará el impulso de adquirir dos accesorios nuevos», fue que me decidí por el ojo de pez y el soporte apropiado para las capturas esféricas. El lente lo compré y el soporte lo fabriqué y ayer hice mi primera captura 100% exitosa en la montaña. Con ustedes, la cumbre del cerro Challhuaco (2100 msnm):

Probando un ojo de pez

Probando un ojo de pez

Recientemente adquirí un lente ojo de pez. Lo vi desde lejos durante toda mi vida y cuando en Abril del 2009 mi lente no logró abarcar cierto paisaje de montaña, fue que llegué a la conclusión de que necesitaba algo que cubriera más espacio. Entonces empecé a considerar comprar uno y me convencí en Enero del 2010 cuando me di cuenta de que podría ser útil para simplificar las panorámicas.

Solo me tomó nueve meses desde entonces buscar, encontrar y comprar un lente bueno, bonito y barato. El ganador resultó un Samyang 8mm de fabricación coreana. Es un lente manual que se comercializa en todo el mundo bajo distintos nombres: Vivitar, Opteka, Rokinon, Bower, ProOptic, etc. Es siempre el mismo, solo cambia el nombre con excepción de Vivitar que tiene un agarre diferente que lo hace ver más profesional. La óptica es siempre la misma, que es lo que importa, a fin de cuentas. En mi caso conseguí la versión ProOptic.

Como nunca usé otro antes, no lo puedo comparar con nada. Pero en el uso que le he estado dando en este último mes viene resultando interesante, con algunas salvedades. La apertura va desde f3,5 a f22. Salvo que hayan condiciones particulares de luz, lo ideal es dejarlo en f8. Es donde se presenta la mejor nitidez y vale la pena. En f3,5 todo se ve bastante borroso. Por supuesto que no es un Nikon, Canon o Sigma, pero con un precio de un tercio a un cuarto de los otros, se soporta. Igual siempre se puede aplicar el filtro «Sharpen edges» en Photoshop para conseguir ese poco de nitidez extra.

El lente abarca unos 170º en el plano horizontal y unos 110º en el vertical. En una foto se incluye TODO, lo que se busca y lo que no. Es más de lo que necesitaba hace año y medio pero permite recortar con cierta tranquilidad, eliminando la máxima distorsión. Abarca tanto que sorprende y no es raro que aparezca el Sol en alguna esquina, llenando de flares por todos lados. Igual son discretos y rara vez molestan.

Sorprende la poca aberración cromática en los bordes. Comparado a mis otros lentes, está por sobre el promedio. Es un detalle que me gustó porque me ahorra muuuuuucho tiempo de edición.

Un detalle que rápidamente molesta es que la máxima aproximación es de 30 cm. Parece poco, pero a esta distancia el sujeto u objeto parece estar lejos. El chiste con los ojos de pez es poder acercarse a 5 cm y que esté a foco, lo mismo que el fondo. Acá se nota un poco lo barato, porque no permite el cliché clásico de todos los ojos de pez. Igual no me siento decepcionado ni mucho menos, hay un gran abanico de posibilidades por fuera de las narices desproporcionadas.

A continuación algunas fotos que tomé:

De momento es más un lente para diversión que para trabajo. Imagino que con el tiempo le iré encontrando los nichos para su uso balanceado con los otros lentes. Todavía tengo que probarlo en la montaña, donde a veces los paisajes son demasiado grandes. Hasta ahora la diversión fue con la gente y estuvo bueno. Hay que seguir jugando.

Otra vez la Terminal de Omnibus

Otra vez la Terminal de Omnibus

Es notable ver cómo el municipio intenta tropezarse con la misma piedra cada vez que puede. Durante el Gobierno anterior me quejé de que impulsaran la propuesta de un privado para construir la terminal de ómnibus en el cruce de la ruta 40 con la calle Esandi. Ahora, cuatro años después, me estoy quejando porque el Gobierno actual impulsa la propuesta de otro privado para construir la terminal en el cruce de la ruta 40 con la 237. En ambos casos los problemas son los mismos: tierras cedidas «alegremente» por un privado a cambio de que le permitan construir o vender; y total falta de infraestructura para llegar hasta los lugares propuestos.

Hace cuatro años sugerí hacer la Terminal en tierras del ferrocarril. Hace un tiempo cambié por las tierras de la Delegación Municipal El Cóndor, que están sobre Esandi y Mosconi. En este predio de 5 hectáreas se construyó el Gimnasio Municipal 3 y se prevee construir un polideportivo. Esto ocupará unas 1,5 hectáreas, dejando 3,5 Ha. libres que hoy ocupan sendos colectivos de larga distancia. ¿Por qué no construir ahí? La actual propuesta implican 2 Ha. en concesión (o sea que seguirán siendo del privado), mientras que las tierras municipales tienen casi el doble de espacio. Recientemente me enteré que dicho predio fue adquirido en 1992 por la Municipalidad para construir ahí la Terminal de Omnibus.

¿¡Ehhhh!?

Si hay una propiedad que se compró para hacer la terminal… ¿por qué se mandan a hacer estos tratos tan dudosos? ¿Y por qué se emperran tanto con esto? ¿No se dan cuenta que es por estas cosas que comienzan las sospechas de corrupción?

Dejando de lado estas cuestiones, y yendo a lo puramente técnico, hay un par de argumentos para sostener la construcción de la Terminal en Esandi y Mosconi. La primera es la distancia. La idea del transporte masivo es reducir la cantidad de vehículos que circulan por calles y rutas. Un colectivo que ingresa a Bariloche lleva a un promedio de 40 pasajeros hasta la terminal, donde se dispersan en autos particulares, taxis y colectivos urbanos.
Al hacer la terminal en la rotonda, sobre la ruta 237 transitarán los autos particulares, los taxis y colectivos urbanos que transportarán a estos pasajeros. Si antes circulaba 1 colectivo con 40 pasajeros, ahora lo harán unos 15 a 20 automóviles y colectivos urbanos. No solo eso, sino que también lo hará el mismo colectivo de larga distancia, sin pasajeros, porque los depósitos y talleres se encuentran en el radio urbano. Hay un problema de ineficiencia energética que es terrible, sin contar que la actual ruta está muy dañada, es de solo dos carriles y con banquinas de ripio. Con la terminal propuesta el tránsito se duplicará o triplicará y no veo a nadie del Municipio o de Viarse plantear convertir esa ruta vecinal en una avenida de cuatro carriles con rotondas y cruces a nivel, el mínimo necesario para una entrada segura y fluida a la ciudad.

Hoy por hoy muchos pasajeros bajan del colectivo y caminan hasta el centro de la ciudad. Lo hacen para no pagar taxi ni colectivo, aún cuando deben caminar entre 20 y 25 cuadras para hacerlo. Y lo hacen cargando bolsos y mochilas. ¿Mejorará su «experiencia» tener que pagar un taxi o colectivo sobrevaluado, cuando descubran que se bajan en medio de la estepa?

La segunda cuestión es que hoy está en construcción Esandi en forma de boulevard de cuatro carrilles, hormigonado. Va a ser la primera avenida en boulevard que se pavimenta desde la Avenida 12 de Octubre, construida en tiempos de Bustillo (o sea hace 70 años). Y con la añadidura del hormigón, que sabemos y vemos que resiste mejor el paso del tiempo y el tránsito. Con la Terminal sobre Esandi los colectivos podrán ingresar por esta entrada trasera en mejores condiciones que la entrada actual.

Y para no seguir extendiéndome mucho más, solo quiero comentar que las terminales de colectivos son eso, terminales. No son centros de entretenimiento ni esparcimiento, son simples lugares donde la gente quiere permanecer el menor tiempo posible. Hacer un cine o un shopping solo va a lograr una cosa: ocupar precioso espacio de estacionamiento por gente que no va a usar la terminal. Una terminal necesita de una sala de espera y una cafetería y nada más. Porque además nosotros somos principalmente origen y destino, no de tránsito. Solo un pasajero que esté esperando una combinación puede pensar en recorrer un shopping. Y esos, en Bariloche, son los menos, por lo que no hace falta una gran infraestructura. Solo un edificio simple, funcional y céntrico.