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Mes: mayo 2016

Atardecer en el Pacífico

Atardecer en el Pacífico

Nunca había visto un atardecer en el océano. Vi unas cuantas en el Atlántico y unas pocas en el Mediterráneo, pero siempre de espaldas al mar, con el Sol ocultándose en el continente. Tampoco soy muy asiduo de las costas marinas. La última vez que me acerqué al mar, sin bajar a la playa, fue en 2008, en el PN Monte León. La última vez que llegué al agua fue en 1994, en el Mediterráneo, en invierno (llevaba botas).

Con este trasfondo histórico decidimos ir a Chile con el propósito de llegar al mar y ver el atardecer sobre el océano Pacífico. Desde Bariloche el lugar más directo es un poblado llamado Bahía Mansa. Está acompañado por dos poblados más, Maicolpue y Pucatrihue. Fuimos a éste último porque en el satélite se veía más playa.

Desde Bariloche son 309 Km y demoramos casi 7 horas en llegar, incluyendo la demora en la aduana. Todo el camino está pavimentado y desde Osorno hasta Pucatrihue la ruta serpentea entre campos y forestaciones que es un espectáculo. No es un camino para hacer apurado, pero sí para los que disfrutan las curvas cerradas y las cuestas con pendiente. Como yo.

A continuación, las fotos. Las primeras imágenes son en el mirador del lago Espejo, apenas se deja la ruta 40 unos kilómetros al norte de Villa La Angostura. Luego paramos en el límite con Chile, donde todavía quedaba algo de nieve de la última tormenta.


Ya en Chile, la parada clásica en el Salto de los Novios y desde ahí un salto hiperespacial hasta un puente que me resultó muy interesante en la vieja ruta de acceso a Pucatrihue.


La costa cae de manera muy abrupta al mar y eso genera un paisaje muy interesante. Por un lado, la ruta corre un buen trecho sobre un terraplén de roca construido directamente en el mar, y por el otro las casas parece que se están por caérsenos encima de lo empinado que es el terreno donde están levantadas.
Pasando el pueblo el camino sube a un cerro por un camino muy empinado pero en buen estado y desde arriba se tiene una muy buena vista de la costa.

Si bien las nubes no permitieron ver al Sol ocultándose tras la línea del horizonte, igual valió la pena. Para la próxima tal vez vaya con más tiempo.

Caballetes de madera

Caballetes de madera

Para mis proyectos de carpintería venía necesitando unos caballetes. Hace un tiempo hice uno muy simple, de corte clásico, del que no tengo fotos. Al ver este video me gustó el diseño aunque sabía que no alcanzaría la calidad del autor porque es un carpintero nivel super saiyajin.

Partí, entonces, de madera recuperada de un techo, algo que me garantizaba que estaría estacionada, algo difícil de lograr a menos que la estaciones en tu casa un año o dos.

La idea era reproducir lo mejor posible los encastres. Como no tengo la práctica ni la paciencia (ni la necesidad) para la perfección del video, las maderas las pegué con adhesivo de poliuretano. Sí, hice trampa.
En cuanto a los cortes, con la caladora se complica apoyar la base al iniciar el corte, en especial cuando es cerca del borde de la madera. Para eso improvisé un riel de corte con dos perfiles en L, una prensa rápida y dos maderas para separar. Y funcionó muy bien, agilizando el trabajo y con el que pude conseguir una buena terminación.

No tengo fotos de los agujeros porque los hice todos a última hora cuando ya no había luz. Y tampoco del pegamento porque el poliuretano permite unos pocos minutos entre la colocación y el ensamblado.
En cuanto a los caballetes, se ven bien. No se cuan sólidas serán las patas con el esquema de T invertida en vez del clásico en A. El tiempo dirá. Les tengo fe, las maderas son gruesas y el encastre es generoso. Si sigo haciendo estos posts seguramente los verán aparecer en mis próximos proyectos.