Navegando por
Categoría: Personales

Erupción del volcán Puyehue – Día 137

Erupción del volcán Puyehue – Día 137

Hoy temprano por la mañana me hicieron una entrevista por Radio Continental Marcos Juárez, que pongo a disposición de quien guste escuchar:

No se por qué la gente interpreta mal mi segundo apellido, Lamunière ≠ Lumière. De todas maneras la entrevista estuvo interesante y por tratarse de un programa dedicado a la actividad agropecuaria el tema derivó al estado de la Línea Sur. En ese sentido, son ejemplificadoras estas fotos de una escuela en Pilcaniyeu que pelean a diario con el polvo que todo lo invade.

Erupción del volcán Puyehue – Día 110

Erupción del volcán Puyehue – Día 110

Hoy amaneció con una capa de nubes muy altas y la pluma se veía por debajo, en un paisaje bastante extraño pero no desacostumbrado.

En esta primavera que arranca han brotado las semillas de arce. Para quien no las conozca, las semillas bajan como helicóptero en enormes cantidades y llegan a cubrir el suelo con una alfombra de alitas. En la primavera a todas las semillas se les da por germinar y de pronto el suelo, troncos, techos, canaletas y demás se cubren con miles de plantines que generalmente no sobreviven más de un mes. Este año no ha sido la excepción, pero con la arena caída, en cambio, el paisaje macro resulta más interesante:

>

Si esto hubiera ocurrido hace unos 20-25 años atrás, no hay duda que habría estado afuera TODO EL DIA jugando con mis autitos en este infinito cajón de arena en que quedó la región.

Un problema de comunicación

Un problema de comunicación

Anoche suena mi teléfono y resultó ser mi madre. En breves palabras me contó que mi hermano Diego se había ido a esquiar al cerro Challhuaco con dos amigos, había ocurrido una avalancha y estaba desaparecido. Que mi madre haya incluido la palabra «avalancha» con «Diego» en una misma frase indicaba que algo serio había ocurrido. Por un momento fue revivir la noticia de la avalancha que padeció mi tío Andi con sus quince alumnos del CRUB hace casi 9 años. Rápidamente nos reunimos en la sede del Club Andino Bariloche (CAB) para tener mejores informaciones de lo que había ocurrido.

Para cuando llegué ya habían partido tres camionetas con unas 25 personas de la Comisión de Auxilio (CAX) y personal el ICE de Parques Nacionales. Había bastante gente esperando, entre ellas mi madre, mi hermana y mi hermano Nico que solo una semana antes había estado esquiando en el mismo cerro. La información que había era el relato de Cristian, uno de los amigos de Diego, que se había separado por visibilidad nula ocasionada por luz plana. En un momento había ocasionado una avalancha y al no tener respuesta de sus amigos había regresado al refugio para dar aviso. Otro dato que circulaba era que habían estado esquiando atrás del cerro, en la ladera Sudeste que da a un arroyo tributario del arroyo Tristeza, afluente del río Ñirihuau.

Sobre estos datos salieron a buscarlos. Las posibilidades eran que estaban bajo la nieve o que estaban buscando a Cristian en la avalancha. En las horas siguiente circularon varias informaciones que nos fueron mejorando el ánimo. Una fue que no habían encontrado rastros de avalancha, por lo que solo estarían caminando por algún valle, y más tarde que el celular de Diego había dado un breve indicio de que estaba encendido, con lo que estarían en movimiento y sobre la ladera Noreste, de más fácil acceso. Un rato más tarde, cerca de las 22:00, llegó el mensaje que habían aparecido en perfecto estado. De hecho, ni Diego ni Isaías, su amigo, habían estado perdidos, solo incomunicados.


¿Qué pasó? Como me relató Diego, resultó que el cerro tiene menos nieve de lo que esperaban, por lo que no estaba fácil para esquiar. Llegaron a la cumbre por el sendero normal (línea verde) y para bajar esquiando tenían dos opciones, filo Sur o filo Norte. Optaron por el Norte para llegar a la laguna Verde (línea naranja). Mientras bajaban descendió una nube y los cubrió con luz plana y cero visibilidad. Ahí cruzando un filo hubo un pequeño malentendido y Cristian se separó (flecha roja). Diego e Isaías cruzaron y Cristian bajó un tramo, montándose a una cornisa que se quebró bajo su peso y con la que rodó unos metros. Esa fue la avalancha que creyó haber creado. Llamó a Diego e Isaías pero no tuvo respuesta e imaginó que los había arrastrado la avalancha. Sin saber dónde estaba subió a la cumbre (línea amarilla), volviendo sobre sus pasos, y regresó al refugio. Cansado y asustado relató sobre una avalancha que provocó y donde desaparecieron Diego e Isaías. O sea que la noticia arrancó de la peor manera. Mientras tanto Diego e Isaías habían bajado un trecho y estaban esperando a Cristian, que nunca apareció. Lo llamaron pero no tuvieron respuesta. Estando del otro lado del filo tampoco escucharon la caída de la cornisa. Siguieron bajando un trecho más y cuando salieron de la nube se dieron cuenta de que habían cruzado un filo de más y estaban bajando a un tributario del arroyo Challhuaco (línea celeste), lejos del refugio. Resolvieron bajar el arroyo hasta el camino (línea amarillo oscuro) y después caminar a buscar la camioneta, sabiendo que los demoraría mucho. Grande fue la sorpresa cuando se encontraron con uno de los rescatistas que les explicó la tremenda movida que se había generado.

En definitiva ni Diego ni Isaías estuvieron en peligro en ningún momento. Ambos estaban bien equipados para el frío y conocían bien la montaña (de hecho mis hermanos y yo prácticamente nos criamos recorriendo esa montaña). Sabían dónde estaban y por dónde y cuánto tenían que caminar para regresar al refugio. Pero no había comunicación. Sobre el cerro Challhuaco hay señal de celular, pero una vez que se baja al bosque la señal se pierde. No llevaban radio VHF por lo que no había comunicación con ellos. De haber tenido una radio consigo al momento que el refugio recibía el relato de Cristian podrían haber intentado comunicarse con ellos y al recibir respuesta no habría pasado nada y nos habríamos ahorrado la angustia y el despliegue de rescatistas. Se combinó un relato que contaba una situación jodida y falta de comunicación para confirmar o no lo sucedido.

La conclusión es que tenemos que comprarnos un par de equipos de radio. Los imprevistos ocurren y todos estamos muy sensibles a lo que puede estar pasando. Si bien cuando estamos en la montaña podemos tener las cosas bajo control, no tenemos idea de lo que sucede afuera y pueden terminar pasando cosas como la de ayer, que en vez de una bola de nieve empezó directamente con una avalancha que no fue.

Las noticias según el Río Negro, Bariloche 2000, Agencia de Noticias Bariloche y Mensajero Digital.

Amigos

Amigos

De izquierda a derecha: Danbat, Fabio, MAT16, Arkhos

La idea era publicar estas fotos hace un mes y medio, pero se nos cayó un poco de arena encima y quedó pendiente. Aprovecho hoy para mostrar cómo podemos seguir siendo amigos a pesar del tiempo y la distancia. A mis amigos los conocí hace 17 años y tres de ellos se mudaron a Buenos Aires dos años y medio después. Estamos convencidos que fue gracias a Internet que pudimos mantenernos comunicados y así mantener una amistad cercana a través de los años. Cuando nos vemos cara a cara después de meses no pasamos por el «¿qué es de tu vida?», sino que continuamos las charlas que tenemos por mail y por los comentarios de nuestros blogs. Así y todo, cuando nos reunimos es como retroceder en el tiempo y sentir que el tiempo no ha pasado:

Bueno, algunos estamos algo cambiados. No mucho, apenas lo imprescindible para no caer en el ridículo.